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Impacto positivo del turismo rural

El turismo rural ha ganado mucha popularidad en los últimos años, convirtiéndose en una de las preferencias de los viajeros a la hora de planificar sus vacaciones. Un turismo rural bien gestionado puede generar un impacto positivo en el destino, tanto en la población local, como en el entorno natural. Además, permite a los visitantes sumergirse en la vida y la cultura local de una forma más profunda, menos superficial.

¿Qué es el turismo rural?

La OMT define el turismo rural como «un tipo de actividad turística en el que la experiencia del visitante está relacionada con un amplio espectro de productos vinculados por lo general con las actividades de naturaleza, la agricultura, las formas de vida y las culturas rurales (…)».

Por lo tanto, es aquella actividad turística que se desarrolla en entornos no urbanos, y que permite al visitante una inmersión en la vida y cultura local, así como en el entorno natural.

El turismo rural no es beneficioso por sí mismo, si no que como cualquier tipo de turismo, este tiene que desarrollarse de forma sostenible y responsable. Sin una gestión correcta, el turismo rural puede generar también un impacto negativo en el destino.


Impacto positivo del turismo rural: beneficios en el destino

Veremos cómo el turismo rural puede beneficiar a estas comunidades en estos 7 aspectos clave:

Estímulo económico:

El turismo rural puede proporcionar una importante fuente de ingresos para las comunidades locales. Los visitantes que eligen alojarse en hoteles/casas rurales gastan dinero en la zona, además de alojamiento, también en comida, pequeños comercios y actividades locales. Esto no solo beneficia directamente a los propietarios de negocios locales, sino que también puede impulsar otras industrias, como la agricultura y la artesanía. A diferencia del turismo de masas, el retorno económico del turismo rural a la comunidad local es mayor, ya que el visitante consume principalmente en pequeños establecimientos de proximidad.

Preservación cultural:

El turismo rural ayuda a preservar las tradiciones culturales y el patrimonio de una región. Los visitantes tienen la oportunidad de participar en actividades tradicionales, como elaboraciones gastronómicas, artesanías, tradiciones, o la celebración de festivales locales. Este intercambio cultural fortalece el sentido de identidad de la comunidad y promueve la transmisión de conocimientos y habilidades a futuras generaciones.

Conservación del medio ambiente:

Muchas comunidades rurales dependen en gran medida de sus recursos naturales para su sustento. El turismo rural promueve la conservación del medio ambiente al promover prácticas sostenibles y respetuosas con la naturaleza. Los propietarios de alojamientos rurales tienen una mayor tendencia a implementar medidas para reducir su huella ecológica, como el uso de energías renovables, la gestión responsable del agua y la promoción de la agricultura orgánica. Además, las actividades que se realizan en el contexto del turismo rural tienen, por definición, un impacto mucho menor en el medio ambiente.

Generación de empleo local:

El turismo rural puede crear oportunidades de empleo para los residentes locales, tanto directa como indirectamente. Desde la gestión de alojamientos y restaurantes hasta la guía turística y la artesanía, el turismo rural diversifica la economía local y proporciona empleo en una variedad de sectores. Siempre centrando los esfuerzos en la creación de un empleo de calidad y en condiciones dignas. A diferencia de otros tipos de actividades turísticas, el turismo rural, gracias a los aspectos que estamos señalando, es más proclive a generar empleo con mejores condiciones laborales, dejando atrás la precariedad que siempre se asocia al turismo.

Desarrollo de infraestructuras y servicios:

La afluencia de visitantes puede ayudar a impulsar la mejora de la infraestructura y los servicios locales, ya que los ingresos generados por el turismo pueden invertirse en el mantenimiento de carreteras, la mejora de la red de transporte público y la ampliación de instalaciones de salud y educación. Con una correcta gestión, esto no solo beneficia a los visitantes, sino que debe mejorar la calidad de vida de los residentes locales. No hay que perder de vista que siempre hay que priorizar las necesidades de los habitantes de la zona, y no invertir solamente en infraestructuras destinadas exclusivamente al turismo, que poco benefician a la población local.

Desestacionalización del turismo:

Muchos de los impactos negativos del turismo surgen como consecuencia de la masificación que sufren muchos destinos durante ciertas temporadas del año. El turismo rural puede ayudar a mitigar esta estacionalidad del turismo, con una redistribución más equitativa de los visitantes a lo largo del año, y evitar así algunos de estos efectos negativos de la masificación (consumo excesivo de recursos naturales y servicios ciudadanos, impacto social…).
Aunque algunas regiones rurales también pueden experimentar cierta masificación en algunas épocas determinadas, a diferencia de otras tipologías de turismo, el turismo rural ofrece experiencias atractivas durante todo el año. Actividades como el avistamiento de aves, la gastronomía, el senderismo o la observación de estrellas pueden atraer a visitantes en temporadas menos concurridas. Redistribuyendo las visitas, también se proporciona empleo estable y se reduce la dependencia de una temporada turística concreta.


Combate la despoblación de las zonas rurales:

Relacionado con el punto anterior, el turismo rural puede desempeñar un papel crucial en la lucha contra la despoblación de las áreas rurales. En muchas regiones, el éxodo de jóvenes hacia las ciudades y la baja tasa de natalidad han llevado a una disminución de la población rural. Un turismo rural estable a lo largo del año, puede proporcionar una fuente de ingresos adicional que hace que vivir y trabajar en estas áreas sea más atractivo para los residentes existentes y potenciales. La creación de empleos relacionados con el turismo, debido a la demanda de servicios y productos locales por parte de los visitantes, pueden ayudar a revitalizar las economías rurales. En este sentido, el turismo rural no solo beneficia a los visitantes, sino que también contribuye a la estabilidad y el crecimiento de las áreas rurales al proporcionar incentivos económicos para que la gente permanezca en ellas.

Modelo de turismo rural sostenible y respetuoso

Por todos estos aspectos, consideramos imprescindible una buena gestión turística, que impulse un turismo rural llevado a cabo de forma responsable, puede tener un impacto significativamente positivo en el destino donde se lleva a cabo. Al fomentar un modelo de turismo sostenible y centrado en la comunidad, podemos garantizar que estas ventajas perduren a largo plazo, beneficiando tanto a los visitantes como a los propios residentes.

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